Un momento de la reunión celebrada en el Polígono Santa Ana

Tras la celebración de una charla informativa, se ha iniciado una campaña de recogida de firmas para enviar al Ayuntamiento y a la Entidad de Conservación pidiendo que no se autoricen estas salas “por los perjuicios que ocasionan, principalmente, a la juventud”, expone. La reunión contó con la presencia de Leandro Sánchez, presidente de la Federación Vecinal de Cartagena, desde donde van a extender la campaña a todo el municipio. “Es una pandemia que hay que parar”, expresó el mandatario vecinal, indicando que en la Región ya hay casi tantos locales como en Madrid, “por lo que debe ser regulada su instalación”.


La instalación de locales en los que predomina la actividad del juego es habitual en los barrios de Cartagena Norte, pues en los últimos tiempos se han abierto siete en Los Dolores (principalmente) e Hispanoamérica. Ahora, al parecer, empresarios del sector pretenden abrir uno en el Polígono de Santa Ana, lo que ha provocado la movilización de un grupo de vecinos que convocaron a los residentes a un encuentro informativo en el local social de la Entidad de Conservación.

En esa reunión, Irene Nieto y Victoria Hernández Rubio expusieron las informaciones recabadas sobre este tipo de locales. “No es un bar normal”, proclamaron, basando buena parte de la información vertida en la charla que ofreció el Centro de Atención de la drogodependencia fechas atrás en el instituto de El Bohío. “Esto ya no es un caso de abuelos enganachados a tragaperras, pues está afectando mucho a los jóvenes, pues pudimos conocer que ha generado abandono en estudios y que son cada vez más los que se enganchan. Además, es un peligro, pues hay casos de haber pedido préstamos personales o de robarle joyas a la madre. Es peligroso, pues a tempranas edades se piensa que sólo es un juego y no lo es”, indicaron, además de apuntar de que hay menores de edad que hacen apuestas (en ocasiones a través de mayores)” y que estos bares “pueden ser focos de conflictos y aquí no queremos perder el carácter residencial del barrio”. Dieron a conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha emitido una sentencia en la que obliga a estos establecimientos a situarse a una distancia mínima de 300 metros de centros escolares, “cosa que no sucede, por ejemplo, con el que se instaló frente al colegio Salesianos en la barriada de Hispanoamérica”, apuntaron. También expusieron que la ludopatía está considerada desde 1992 como una enfermedad.

Una treintena de personas acudieron a esta llamada, entre los que se estaban dos representantes de estos locales, quienes defendieron este tipo de negocio ante los asistentes y rechazaron los peligros que se expusieron.

También acudieron tres directivos de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca, con su presidente, Leandro Sánchez, al frente. “Esto es una pandemia que hay que parar, pues genera problemas de seguridad y afecta de forma negativa a los jóvenes”, afirmó, indicando que en “todo Madrid hay 318 locales y en Murcia ya vamos por 308”. Desveló que en su organismo han recibido quejas de varias asociaciones de vecinos del municipio, aseverando que es un problema “de todo el municipio”, por lo que van a iniciar en breve una campaña de recogida de firmas con hojas que se distribuirán entre el cerca del centenar de colectivos que abarca al Federación, “pues con la presión social se podrá conseguir que se regule la instalación de estos locales”.

La recogida de firmas tendrá dos vertientes. Por un lado, a los vecinos del Polígono se les pide que rellene dos instancias, una dirigida al ayuntamiento de Cartagena y otra con destino la Entidad de Conservación del complejo residencial. Esta segunda tiene como finalidad que se convoque una asamblea general extraordinaria de todas las comunidades de propietarios y se emita un comunicado conjunto de oposición.

Por su parte, la Federación Vecinal distribuirá el tradicional formato de una petición en la cabecera de cada hoja, con casillas debajo para las firmas con los datos personales de los vecinos.